La Justicia Federal del estado de Illinois decidió este jueves promover la unión de otra familia brasileña que había sido separada después de haber cruzado ilegalmente la frontera de México con Estados Unidos. La decisión de hoy obligó al gobierno a entregar al niño Diego Magalhães, de 10 años, a su madre, Sirley Silveira Pasión, después de que el niño pasó 43 días en un refugio en Chicago. Las informaciones son del asistente jurídico que cuida el caso.
Este jueves, después de reencontrarse con el hijo, Sirley dijo que sintió un alivio muy grande. El niño dijo que está bien, pero que siempre quiso reencontrar a su madre. Ahora, la familia sigue para vivir en Massachusetts, donde tiene amigos. Sirley dijo que espera construir la vida en Estados Unidos y que la principal razón que la hizo decidir salir de Brasil fue la “seguridad que el país ofrece”.
Según el asistente jurídico, Luana Mazon, Sirley intentó entrar en Estados Unidos por Santa Teresa, que se encuentra en Nuevo México, pidiendo asilo al gobierno. La mujer fue llevada a un centro de inmigración de Estados Unidos donde fue separada del hijo, llevado entonces al refugio. De Santa Teresa, ella fue trasladada a El Paso, Texas.
En total, Sirley quedó presa por 21 días y cuando salió no sabía dónde estaba su hijo. Fue necesario tiempo para encontrar al niño, que estaba en la custodia del gobierno. La separación de la familia es consecuencia de la política de tolerancia cero con la inmigración ilegal promovida por el gobierno del presidente Donald Trump desde mayo, que llevó a la separación de 58 niños brasileños de sus familias.
Agencia Brasil
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